El debate no solo es una poderosa actividad para enseñar a hablar en público de forma práctica y lúdica a grupos.
Para las instituciones públicas supone una actividad educativa y formativa única en el ámbito escolar y universitario. Los alumnos aprenden a trabajar en equipo, asumir roles, delegar, diseñar estrategias en común, liderazgo, oratoria, empatía, gestión del tiempo, etc.
Fui la primera persona en España que diseñó y organizó para diferentes administraciones, torneos escolares de debate para alumnos de entre 16 y 18 años, con un gran éxito de participación. (En total casi 450 alumnos).
Además suelo emplear el debate de competición con los cuadros de mando de empresas, para enseñar habilidades individuales, pero también competencias grupales.
El dominio de estas habilidades transversales a un expediente académico es lo que buscan muchas empresas en el mercado laboral. Por ello, es también una valiosa herramienta como proceso de recruiting para observar el dominio de estas competencias entre los candidatos.
Así lo ha demostrado el Fórum Cicerón se busca talento, actividad que diseñé y co-dirigí para La Xunta de Galicia y las tres Univerisadades gallegas con el fin de seleccionar y formar a talentos universitarios de último curso, que a su vez compitieron entre ellos delante de los responsables de recursos humanos de empresas como Deloitte, Banco Pastor, Repsol, Blusens, etc.
Ya sea para fomentar o potenciar estas aptitudes comunicativas y profesionales, o sea para seleccionar candidatos para su empresa. El debate es una novedosa y exitosa herramienta para ello.